Unidad 2 Mordeduras Humanas

 

En el ámbito clínico son relativamente poco frecuentes las mordeduras por humanos, pero pueden plantear problemas graves.

Se conocen tres tipos:

  • Genuina: El agresor clava sus dientes en la víctima pudiendo producir heridas por punción, desgarros o desprendimiento de tejidos, particularmente en el lóbulo de la oreja, lengua o pirámide nasal.
  • Automordeduras: generalmente de lengua o labios, que suelen acontecer en caídas o crisis convulsivas.
  • Lesiones por puñetazos (deben ser consideradas como mordeduras), con abrasión y laceración de los nudillos y la mano.

 

El problema clínico más grave que se presenta en las mordeduras humanas es la infección. La flora del hombre contiene más gérmenes patógenos que cualquier animal. Procede, por tanto, considerar la probabilidad de contaminación masiva de la herida y tratar consecuentemente.


¿Cuál es el tratamiento más adecuado para estas mordeduras?

La terapéutica de la lesión pasa por cumplir las normas generales, anteriormente comentadas:

  • Limpieza cuidadosa con abundante suero y jabón o solución antiséptica.
  • Examen de daños.
  • Desbridar la herida.
  • Nunca suturar primariamente la herida abierta, incluyendo tendones o nervios seccionados.
  • Se aconseja asimismo la administración inmediata de antibioterapia, siendo de elección la amoxicilina/clavulánico y como alternativa la cefoxitina.
  • Procede administrar toxoide tetánico.

 

A pesar de la posibilidad de infección, y al cabo de 6 horas de acaecidas, las lesiones de tejidos blandos de cabeza y cara pueden suturarse bajo cobertura antibiótica y tras realización de una antisepsia correcta. Generalmente suelen obtenerse buenos resultados estéticos, aunque a veces hay que recurrir a la cirugía plástica reconstructiva.

Toda lesión por mordedura humana debe ser correctamente vigilada por el riesgo de celulitis y gangrena, especialmente si se localiza en los dedos.